martes, 9 de febrero de 2010

CHORONÍ DESASTRE


..." Se trata entonces de sicarios ambientales, que mandan a asesinar árboles cuyo único pecado ha sido nacer en una zona hoy considerada “turística”. ¿Quién se beneficia de la sombra de un árbol? ¿Quién visita a Choroní por ser la única playa de Venezuela que no tenía construcciones? TODOS y cada uno de los habitantes de este planeta. ¿Quién se beneficia de la tala de estos árboles? ¿Quién se beneficia del alquiler de carpas, toldos, estacionamiento, comercios? Solamente personas que viven en una oficina con aire acondicionado y que pretenden enriquecerse con actividades que definitivamente degradan no sólo a Choroní sino a todo el planeta.




Es así como la semana pasada un grupo de habitantes de Choroní se opuso abiertamente a que continuaran acabando con los árboles de Playa Grande. El Sr. Edgar Escobar gritaba y daba órdenes para que los obreros continuaran acabando con la vida de los uveros y almendrones porque allí construirán una planta de tratamiento ¿Es que nunca han olido una planta de tratamiento? ¿De verdad les parece atractivo que la entrada a la playa sea una planta de tratamiento que supuestamente tratará las aguas de los comercios que pretenden construir?

Las personas que protestaban llamaron a los medios de comunicación y ¡Ohhh sorpresa! ¿Cuál fue la respuesta que dieron? ¡Que sólo iban si se trataba de una pelea entre chavistas y oposición!!!! No señores, no se trata de política, se trata de un ecocidio, que funcionarios del gobierno dan órdenes para acabar con 177 hectáreas de un bosque, con una hacienda de cacao del siglo XVII, con la vida de un pueblo que se opone a que continúen acabando con sus raíces, con su modo de vida, con su historia, con su pasado, presente y futuro, con el paisaje de un pueblo y de un país. La Guardia Nacional se apersonó y detuvo la deforestación por una hora aproximadamente, luego de la cual todos vieron pasar los camiones con los árboles muertos, dejando en su lugar un terreno vacío, acabado ¿para qué? ¿para hacer “caminerías”, restaurantes, baños, plazas? ¿Quién dijo que queríamos otra Guaira, otra Cata, otro Ocumare, otra playa destruida en Choroní?

Esta es la realidad que está viviendo Choroní. Se trata de 7 millones de Bs. F. destinados a acabar con Playa Grande. Mientras tanto no se ha habilitado la escuela ni el liceo, y mucho menos han culminado las obras que comenzaron hace 11 años, por lo tanto los muchachos siguen deambulando de un lado a otro con las clases. No hay médicos, el ambulatorio no tiene las medicinas necesarias, no hay CDI tampoco. Vemos a Puerto Colombia y Choroní sin un sistema de cloacas, con las calles reventadas porque no terminaron las obras. Postes de la calle encendidos (incluyendo los de la playa) cuando tenemos un racionamiento de luz constante. El agua del acueducto sólo le llega a algunos privilegiados, el resto consumimos el agua del río que ya sabemos está contaminado, pero no hay otra opción. Vemos cómo Inparques mantiene al parque nacional: hoteles, cabañas, quintas, extracción ilegal de árboles, siembras de marihuana, ganadería, hectáreas deforestadas para cultivar caña, yuca, maíz, etc., invasiones. Y todavía tienen el desfachatez de decir que ahora a ellos les corresponde administrar Playa Grande y de encargarse de su “saneamiento”. ¿A esto le llaman saneamiento? Basta con ver la casa que construyó Inparques antes de llegar al caserío Romerito y verán si tienen moral para encargarse de Playa Grande. Basta con preguntarles a los campesinos qué opinan del Guardaparques.

Sanear señores no es destruir, es limpiar, es ordenar, es hacer cumplir las leyes, es tener autoridad, no es acabar con un bosque en nombre del desarrollo y del turismo.

El que viva en Choroní o el que lo visite, podrá ver el desastre que está ocurriendo a la vista de todos. Definitivamente estamos viendo los últimos días de Choroní."

Texto: Lic. Eloísa Fuenmayor
Fotos: Miguel Blanco
Mas información: Arq. Ernestina Fuenmayor Machado
ernestinaf@gmail.

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