lunes, 18 de junio de 2007

एल nispero

TESTAMENTO DEL NÍSPERO
Sanare, 28 de Mayo de 2007
Hoy se celebra en Venezuela el día del árbol, maravillosa fecha para hacer una reflexión sobre la vida, que ya no voy a poder celebrar con vida esta fecha tan hermosa por que me han talado y aunque no muerto, porque aun después de derribado sigo dando vida a muchos seres.
En vida fui un frondoso árbol de Níspero de Japón llamado aquí en los andes “Manzanita” Mi nombre completo es Eriobotrya japonica de la gran familia de las rosáceas, pero quiero declarar que nos soy japonés, sino que era sanareño, bueno, en verdad soy sanareño por que aunque mi follaje no este acá mi recuerdo permanecerá en algunas almas que aprecian a los árboles como los hermanos que en realidad somos.
Crecí durante casi dos décadas al frente del Liceo de Sanare, hoy Bolivariano, plantado por una manos ágiles y otras que me cuidaron hasta alcanzar varios metros de altura, hasta dar frutos a muchos niños y niñas que bajo mis ramas desfilaron y que hoy son grandes profesionales y amantes amas de casas desparramados por toda la geografía universal, por que he escuchado de las andanzas de meritorios exalumnos y no voy a recordar mas por que me da tanta melancolía y ya no puedo llorar por que mi savia se ha evaporado de los distintos retazos a la que redujeron mi estampa otrora frondosa que a menudo pintaba de dorado dulzor con mis frutos que regalaba a pájaros, niños y niñas y hasta algún profesor que en su ajetreo diario se detuvo a degustar la mieles de mis frutos. En esta fecha quiero que conozcan algo sobre nosotros los árboles, en mi corta vida, que si no me han talado, mi sombra, frescor y frutos la hubieran podido disfrutar varias décadas más. Recurro a los profesores de matemáticas de la mañana, del nocturno y los que dan calculo en la noche y los sábados en las universidades para que me ayuden a calcular los metros cúbicos de oxigeno que durante tanto años produje sin cesar con el fabuloso fenómeno de la fotosíntesis, donde transformo la energía del




astro solar en madera, azúcar, celulosa, néctar para las abejas, mientras las practicas de biología se dan durante años en el interior del recinto educativo mientras era guardián del mismo palacio que fue del saber, soportando vientos, veranos, fuertes lluvias y la amenaza recurrente de los ecocidas que nunca faltan.
Otra cosa muy importante que realizaba era la fijación del carbono y la purificación del aire que hice de gratis sin espera nada a cambio, todos los humanos ya estan al tanto del irreversible efecto del calentamiento global y de los cuales juntos con el menguado ejercito verde, pero verde por la clorofila, mantenemos la vida de este planeta.
Lo que hice fue servir de ornamento, alimento y hoy madera, vi crecer a los hijos de los vecinos y ponerse blancas las cabeza de los que todos los días me miraban y que a golpe de media tarde les regresaba una brisa fresca y un descanso para sus ojos, dándoles esperanza con mi verdor y la sonora y colorida alegría con los azulejos, paspàsas, chirulíes y otro pájaros que hacían vivienda en mis ramas.
No quisiera decir nada, los árboles gritamos pero casi nadie traduce nuestra desesperación, solamente desearía seguir realizando mi fotosíntesis en paz, sirviendo de esperanza a alguna pareja de pajaritos para que anidaran en mis ramas, esto siempre nos causa gran orgullo, a mayos cantidad de nidos mas ufanos nos sentimos.
A pesar que el pensamiento humano sea hot tan distinto al sentir del árbol; compartimos el mismo planeta, el mismo liceo… Aun me quedan algunos cloroplastos y antes de convertirme en materia orgánica quiero recordarles en mi día, que sostengo al suelo donde crezco con todas las fuerzas de mis raíces en un abrazo profundo a nuestra madre tierra que es tan profundo, que siempre morimos de pie, excepto cuando alguna mano criminal atenta nuestra erguida resistencia.
Existo en Venezuela desde antes de que nacieran los que hoy pueden leer estas lineas, mis frutos son una maravilla y en América entre los mayores productores de esta sabrosa fruta resaltan Brasil, California , argentina y adivinen quien….. Venezuela por supuesto!
A los estudiantes de agroindustrial y Recursos recurro para que confirmen el alto contenido de fructosa y glucosa de mis frutos, gran cantidad de potasio, fibra, taninos, pectina, ácidos cítrico, tartarico y málico, beta caroteno que después se transforma en vitamina A, tan buena para la vista, si comieran mas níspero pudieran ver mejor, ojala, aquellos que permitieron mi tala hubieran consumido bastante mis frutos para ver mejor las cosas…
Poseo en mis frutos antioxidantes, desinfectantes, regulo el ph estomacal, combate el colesterol ayudando al combate de la diabetes entre otras contribuciones a la salud de los humanos y de mas seres que me consumen, que si las menciono serian varios volúmenes para explicar los beneficios de un simple árbol, un “palo” que a veces causa estorbo para la visual de algunos, a la estética refinada de otros, ciertamente reconozco que he largado miles de hojas que han dado trabajo a los bedeles del liceo pero que si la colocan en un lugar adecuado es fácil volverlas rico composto para los demás hermanos vegetales, como los finados vecinos míos que corrieron una suerte similar a mi.-
De mis frutos que se pueden hacer en almíbar, compotas, jugos, refrescos, vino, Zumos, licor y una dilatada serie de recetas que a los humanos hace agua la boca.







Levanto la voz y proclamo este testamento en nombre de los millones de hermanos guayabos, cujies, cedros y las miles de especies vegetales acribilladas que no ponemos el testamento en papel por que seria necesario millones de paginas y el papel como saben lo hacen con nosotros los árboles!
Celebremos pues este día del árbol no solo sembrando árboles que muchas veces solo se les hace un cariñito el día de la jornada y al año solo están los huecos vacíos y desiertos, háganlo! pero siembren un árbol en la conciencia, para que refresque su alma y nos reconciliemos todos por la vida y esta reflexión rinda frutos como todo árbol de provecho.

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